RELACIONES
Ocho consejos para mejorar la convivencia en pareja durante la cuarentena
Los matrimonios enfrentan una prueba definitiva con el aislamiento: compartir más tiempo que nunca. Los expertos aportan algunas reglas para salir ilesos de esa convivencia.
Ni las películas apocalípticas ni los mejores coach matrimoniales prepararon a las parejas para vivir durante siete días a la semana, 24 horas diarias. Pero la pandemia global sí está obligando a muchos a cambiar sus rutinas. Hasta hace unas semanas, un matrimonio compartía unas horas en la mañana y otras en la noche. El resto pasaba entre la jornada laboral, los hijos y las diligencias. Algunos soñaban incluso con pasar más tiempo con su media naranja.
Por estos días el mundo está al revés, y los enamorados enfrentan un desafío: estar a solas por un largo tiempo, sin escondite alguno y sin que las discusiones afloren. Muchos piden a gritos una guía de supervivencia matrimonial para esta coyuntura. Con los consejos de varios expertos, SEMANA reúne ocho reglas de oro para capotear las dificultades de la convivencia en cuarentena.
1. La rutina:
Antes del encierro, todos tenían un horario más o menos establecido. Desayunaban con su pareja y luego salían para el trabajo o realizaban diversas actividades independientemente. Con el aislamiento deberán hacer eso bajo la mirada del otro. Para la mayoría no será un problema, pero hay quienes sufrirán de más porque ocultan cosas a su pareja, como que fuman a escondidas. Los expertos aconsejan no darles larga a esos secretos. Hay que abandonar tales acciones del todo o confesarlas. “Este momento debe aprovecharse para construir intimidad con la pareja”, dice la psicóloga Catherine Salamanca. Si no lo hace a tiempo en la cuarentena, tarde o temprano saldrán a flote.
2. Verse bien:
La mayoría de parejas ya tiene confianza suficiente para saber cómo luce el otro apenas se levanta o sin afeitar. Pero no hay que dejar que el descuido se salga de control. Es fundamental ducharse y vestirse todos los días, “porque una parte de la atracción está relacionada con que nos veamos lindos para el otro”, asegura la psicóloga de pareja Viviana Cabrera. Además, seguir con estas rutinas despierta el cerebro y hace que cada quien sienta bienestar. “Provocan un cambio de percepción sobre uno mismo, de la actitud respecto a ese mismo día. La persona se siente más fresca, feliz y con disponibilidad”, agrega Salamanca.
3. Cese al fuego:
Compartir un mismo espacio todo el día aumentará las discusiones y las diferencias sutiles, pues “en esos momentos donde no nos hacemos falta, por cualquier tenedor mal puesto nos ponemos bravos”, explica Cabrera. A fin de evitar conflictos innecesarios, aconseja solucionar el problema de la privacidad de inmediato al repartir espacios, como la sala o el estudio, para cada uno. “No hay que sobrecargarse del otro. Deben tener espacio a solas y encontrarse solo en el desayuno, el almuerzo o los descansos”, profundiza Cabrera. En caso de discusiones, es necesario analizar si es mejor resolverlas de inmediato o después. La manera de saberlo es: si está sobrepasado emocionalmente, debe esperar para no recurrir a insultos u ofensas. Si está calmado, es primordial zanjar la pelea de una vez.
4. ¿Y el sexo?:
Con el encierro hay más oportunidades para tener intimidad, por eso decir que está cansado para evadir a su pareja ya no puede ser una excusa. Si viene de una mala racha sexual con su cónyuge, “lo mejor es aprovechar el tiempo para hablar de eso y avivar la llama”, dice la sexóloga Claudia Gutiérrez. Aunque el encierro limita la novedad, según la experta, hay que probar en lugares diferentes de la casa, ayudarse con material audiovisual o poner en práctica otros rituales para los que usualmente no hay tiempo, como masajes o noche de velas. Al principio, muchos experimentarán un aumento de relaciones sexuales, pero luego bajará por la costumbre. En este punto, la experta recomienda acordar días libres de sexo para que el otro no sienta rechazo.
5. Sí al ejercicio:
Mantenerse físicamente activo durante la cuarentena resulta crucial. Está demostrado que protege la salud mental y ayuda a prevenir el riesgo de enfermedades crónicas. Ponerlo en práctica en casa puede ser un desafío, sin embargo, la clave está en asignar un área para esta actividad y anunciar cuándo la necesitará. Esto es crucial para evitar que su pareja se asome por la puerta durante la sesión, cuestione si lo está haciendo bien o no, o se ría de sus movimientos. Al inicio puede no ser molesto, aunque esa crítica constante no acabará bien. Ronald Fonseca, médico del deporte, dice que es bueno incentivar a la pareja para hacer ejercicio juntos, aunque no obligar. “A algunos los motiva practicar con alguien más, pero para otros es mejor hacerlo solos”, explica. Su recomendación es ejercitarse mínimo 15 o 30 minutos diarios durante la cuarentena.
6. Nuevas reglas:
Al estar 24/7 en casa, las parejas tendrán que reorganizar las tareas y actividades del hogar. Para evitar cualquier roce, lo mejor es dividir de manera equilibrada quién cocina, quién ordena la habitación y a qué hora se enciende el televisor. Pero no deben ser radicales. Para Cabrera, “hay que hacerlo de acuerdo con las competencias de cada uno”. Si una persona no sabe hacer arroz, puede barrer, limpiar polvo o enseñarle a los hijos matemáticas; no es conveniente insistir en que haga lo que se le dificulta. “Es importante equilibrar con base en la competencia y el gusto, así lo harán con satisfacción y no como una carga”, concluye
7. Conversación:
Las charlas sobre el coronavirus, o la recriminación constante al otro porque no cumplió cierta tarea, pueden volverse tediosas y empeorar la relación. Para no caer en ese círculo vicioso, es primordial esforzarse por encontrar nuevos temas de conversación. Estar aislados es una oportunidad para conocer al otro fuera de su zona de confort. Salamanca recomienda aprovechar el tiempo para “recordar cómo se conocieron, hablar de cómo han cambiado en estos años y preguntarle al otro por sus nuevos gustos”. La cuarentena es la excusa perfecta para darle una mirada íntegra y coherente a la relación.
8. Actividades de ocio:
Dentro de cuatro paredes parece que hay pocos planes para hacer en pareja. Pero, gracias a la tecnología, hoy es fácil distraer la mente. Netflix, por ejemplo, puede convertirse en el plan de noches de películas. Lo mismo que agendar ciertos días para cocinar algún postre o platillo especial. Los videojuegos también son una opción, así como construir una lista de reproducción musical juntos, bailar a ciertas horas del día, hacer un álbum de fotos o acudir a los tradicionales juegos de mesa. “Así tengan gustos diferentes, es importante encontrar actividades para hacer en pareja, eso permitirá disfrutar y afianzar la relación”. Aquí no entran labores como limpiar el cuarto de san Alejo; a pesar de que puede ser la oportunidad perfecta, la idea es subir el ánimo.
Evite esto
Compartir más tiempo con el otro puede llevarlo a reconocer rutinas y actitudes que no conocía, y querer controlarlas. Estos son algunos ejemplos.
- ‘¿Qué estás haciendo?’ puede ser la pregunta que resulta cuando uno de los dos entra al baño y no sale durante 20 minutos. Era normal hacerla cuando iban tarde para un compromiso, pero ahora, aislados, es innecesariamente intrusivo.
- Con tanto tiempo libre, algunos pueden sentir curiosidad de ojear los mensajes de texto de su pareja. Craso error, pues esto podría generar un motivo de discusión que escale con los días, y nadie quiere empeorar la tensión de la cuarentena.
Tendencias
- Las parejas compartirán el desayuno, la comida y la cena en este periodo. Si tiene una rutina de alimentación diferente a la de su cónyuge, no caiga en el error de hacer seguimiento de su consumo de papas fritas, galguerías o gaseosas.
- Si durante 15 años no ha tenido una opinión sobre ciertos asuntos del hogar, como por ejemplo, la disposición de los cajones para guardar los alimentos, el lavado de ropa, entre otros, la cuarentena tampoco es el momento para cuestionar a su pareja por estos asuntos.
- Ambos estarán trabajando desde casa y verán cómo se desenvuelve cada uno en su espacio laboral.No está bien controlar a qué hora debe levantarse, cuándo descansar o incluso revisar la sintaxis de sus correos. Deje que el otro establezca su rutina solo.